sábado, 24 de marzo de 2012

Somos los colores del arco iris: ¡Viva la diferencia!


Hace poco, un ciudadano originario de la nación Q’ero en el Cusco, fue expulsado de un cine en Larcomar, porque un empleado de este establecimiento comercial no consideró adecuado que una persona con aquellas características, idioma y vestimenta, pudiera estar en una sala de cine moderno.

Este hecho reciente nos recuerda que somos todavía una sociedad excluyente, profunda y tristemente racista. La gran paradoja de nuestro querido país, es que muchas veces son las mayorías las que se discriminan a sí mismas, adoptando criterios e imágenes heredados de la época colonial.

En ese sentido, saludamos la iniciativa del congresista Leonardo Inga, de la bancada de Alianza Parlamentaria - Perú Posible, quien el 20 de Marzo y con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación presentó en el Museo Afro-Peruano un proyecto de ley para la Promoción de la Igualdad y la No Discriminación.

Este proyecto enfatiza la necesidad de democratizar espacios vitales de nuestra sociedad, como servicios de salud que respeten las costumbres culturales de nuestras poblaciones originarias, elimina requisitos para solicitar empleo basados en el aspecto personal, como la fotografía en el CV, prohíbe exhibir públicamente comportamientos, expresiones y bromas discriminatorias, hace obligatorio contar en las entidades públicas con personal que hable los idiomas originarios en las regiones donde estas lenguas son predominantes y promueve en ellas una educación intercultural con material didáctico apropiado desde las escuelas.

Debemos reconocer que estos perjuicios son caricaturas creadas hace siglos por los colonizadores para afianzar su poder político y económico, luego de arrebatárselo a los pueblos del Tawantinsuyo. Parte de esta estrategia consistió en menospreciar e infantilizar a los pueblos conquistados, describiéndolos como “primitivos”, “salvajes” e “idólatras” clasificando a la población en categorías socio-económicas basadas en un una supuesta pertenencia “étnica”.

La amplia literatura, documentos, crónicas, pinturas y caricaturas producidos desde el Siglo XVI a la fecha son testigos del constante esfuerzo desplegado por el poder dominante, para invisibilizar y desprestigiar a las grandes mayorías, aplicándoles además un conjunto de leyes diferenciadas.

Hoy en día, esta discriminación se refleja en todas las esferas de nuestra sociedad. Hay una fuerte correlación entre pobreza, etnicidad y limitado acceso a la educación de calidad, salud, empleo e igualdad de oportunidades. Los más excluidos siguen siendo los que usan un idioma originario, particularmente las mujeres rurales. La discriminación y la exclusión son factores que impiden en pleno Siglo XXI, la vigencia plena de valores democráticos.

Ha llegado el momento de reivindicar nuestra auto-estima basada en la riqueza de nuestras culturas diversas. La sociedad peruana es multilingüe, pluricultural, con varias formas de espiritualidad dentro de cosmogonías complejas. Es un país de todos los colores y todas las sangres!

El crecimiento y el desarrollo futuro del Perú, están íntimamente ligados a que podamos ejercer con tolerancia y sin discriminación, el ejercicio pleno de una democracia moderna, donde todos son ciudadanos y ciudadanas de primera categoría. Tengamos el coraje de abrirnos hacia la inclusión de todos y aprovechar nuestras ventajas culturales: seamos plenamente y con orgullo, el país del arco iris.

¡¡¡Viva la diferencia!!!

sábado, 17 de marzo de 2012

De vuelta a clases

Después de algunos años regreso a las aulas de una universidad peruana y eso me da mucha alegría. Dictaré un curso de maestría sobre Movimientos Sociales Indígenas en el Mundo Andino, en el Programa de Estudios Andinos de la Escuela de Post Grado de la PUCP.

Mi parte del curso –que comparto con la Dra. Karen Spalding, historiadora–, la empezaré a dictar a partir de la segunda quincena de Mayo, y presentará las diversas formas de inclusión propuestas por los propios pueblos indígenas en las sociedades democráticas de hoy en América Latina.

La hipótesis central del curso plantea que esta inclusión no solo es necesaria, sino, que es un factor clave para mejorar la gobernabilidad en general y la viabilidad de nuestra democracia. Desde esta perspectiva, analizaremos variados puntos de vista y debates tanto nacionales como internacionales sobre la necesidad de implementar un nuevo tipo de ciudadanía. Una ciudadanía que acepta la diversidad cultural como una riqueza y como principio básico para la reorganización de Estados modernos multiculturales.

Con estos temas y el aporte de los alumnos esperamos fomentar el conocimiento y desarrollo de nuevas ideas y teorías para enriquecer el debate contemporáneo sobre la inclusión social de los pueblos originarios en la sociedad andina actual. Será todo un reto académico que me incentiva plenamente. Ya tendrán novedades al respecto.