Hace poco, un ciudadano originario de la nación Q’ero en el Cusco, fue expulsado de un cine en Larcomar, porque un empleado de este establecimiento comercial no consideró adecuado que una persona con aquellas características, idioma y vestimenta, pudiera estar en una sala de cine moderno.
Este hecho reciente nos recuerda que somos todavía una sociedad excluyente, profunda y tristemente racista. La gran paradoja de nuestro querido país, es que muchas veces son las mayorías las que se discriminan a sí mismas, adoptando criterios e imágenes heredados de la época colonial.
En ese sentido, saludamos la iniciativa del congresista Leonardo Inga, de la bancada de Alianza Parlamentaria - Perú Posible, quien el 20 de Marzo y con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación presentó en el Museo Afro-Peruano un proyecto de ley para la Promoción de la Igualdad y la No Discriminación.
Este proyecto enfatiza la necesidad de democratizar espacios vitales de nuestra sociedad, como servicios de salud que respeten las costumbres culturales de nuestras poblaciones originarias, elimina requisitos para solicitar empleo basados en el aspecto personal, como la fotografía en el CV, prohíbe exhibir públicamente comportamientos, expresiones y bromas discriminatorias, hace obligatorio contar en las entidades públicas con personal que hable los idiomas originarios en las regiones donde estas lenguas son predominantes y promueve en ellas una educación intercultural con material didáctico apropiado desde las escuelas.
Debemos reconocer que estos perjuicios son caricaturas creadas hace siglos por los colonizadores para afianzar su poder político y económico, luego de arrebatárselo a los pueblos del Tawantinsuyo. Parte de esta estrategia consistió en menospreciar e infantilizar a los pueblos conquistados, describiéndolos como “primitivos”, “salvajes” e “idólatras” clasificando a la población en categorías socio-económicas basadas en un una supuesta pertenencia “étnica”.
La amplia literatura, documentos, crónicas, pinturas y caricaturas producidos desde el Siglo XVI a la fecha son testigos del constante esfuerzo desplegado por el poder dominante, para invisibilizar y desprestigiar a las grandes mayorías, aplicándoles además un conjunto de leyes diferenciadas.
Hoy en día, esta discriminación se refleja en todas las esferas de nuestra sociedad. Hay una fuerte correlación entre pobreza, etnicidad y limitado acceso a la educación de calidad, salud, empleo e igualdad de oportunidades. Los más excluidos siguen siendo los que usan un idioma originario, particularmente las mujeres rurales. La discriminación y la exclusión son factores que impiden en pleno Siglo XXI, la vigencia plena de valores democráticos.
Ha llegado el momento de reivindicar nuestra auto-estima basada en la riqueza de nuestras culturas diversas. La sociedad peruana es multilingüe, pluricultural, con varias formas de espiritualidad dentro de cosmogonías complejas. Es un país de todos los colores y todas las sangres!
El crecimiento y el desarrollo futuro del Perú, están íntimamente ligados a que podamos ejercer con tolerancia y sin discriminación, el ejercicio pleno de una democracia moderna, donde todos son ciudadanos y ciudadanas de primera categoría.
Tengamos el coraje de abrirnos hacia la inclusión de todos y aprovechar nuestras ventajas culturales: seamos plenamente y con orgullo, el país del arco iris.
¡¡¡Viva la diferencia!!!
Para valorarnos y avanzar como nación debemos aceptar que el Perú es un pais multilinguista y pluricultural, y que la diferencia que tenemos en el color de la piel, costumbres y cultura no debe ser nuestra debilidad sino nuestra fortaleza, por ende, debe ser de interés nacional la preservación, fomento y difusión de nuestras lenguas aborígenes y las diferentes manifestaciones culturales, empezando desde la familia y en las escuelas.
ResponderEliminarHoy en día que el Perú esta en pleno crecimiento económico y sin embargo todavía se ve discriminación en la poblacion, por ello el Personal del Instituto Peruano de Integración y Desarrollo al Discapacitado, Ipidd felicita a la Dra Eliane Karp, quien viene luchando para una verdadera inclusión social, igualmente al Congresista de la bancada Alianza Parlamentaria-Perú Posible Leonardo Inga por la iniciativa del proyecto de ley presentado para la Promoción de la Igualdad y la No Discriminación.
ResponderEliminarLa discriminación empobrece la sabiduria de la persona.En particular me siento muy orgulosa de ser Peruana, de haber nacido en esta hermosa tierra y saber mis origenes.El Perú ,nuestra Patria es pluricultural, de todos los colores!La ideosincracia de una sociedad debe ir acompañado,conocimientos,valores y querer profundamente nuestra sangre.Lamentablemente el pensamiento colonial de algunos disminuye la inteligencia.Al final de nuestras vidas no seremos juzgados por el color de nuestra piel,seremos juzgados por nuestras obras!!
EliminarEliane, la descrimianción, es el primer, problema, que aún, esta por resolver, que bueno que el presidente Toledo y tú, sean promotores de esta causa.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Chely
La discriminación sigue siendo una fuerte barrera para el desarrollo de nuestra población, aplaudo esta gran iniciativa, ya que hace mucho tiempo nuestro país necesitaba una ley que regule la igualdad y la discriminación
ResponderEliminarSumamente interesante. Además es indispensable y urgente ir planificando con tiempo la implementación de la anhelada Revolución Educativa que no sólo privilegie la adquisición de conocimientos, muchas veces intrascendentes, sino primordialmente acrisole los sentimientos y oriente las actitudes, pues la discriminación como problema antropológico es más afectivo que racional.
ResponderEliminarSólo en el cielo todos seremos iguales. Aquí en la tierra, las cosas funcionan distinto. Un limeño o limeña de clase media (y no digo ya el habitante chalaco de los barracones, dónde ellos mismos se discriminan como si quisieran formar un gueto) el limeño con educación unversitaria siempre, siempre se reirá de una broma machista u homófoba, por eso yo a veces desprecio a la cultura criolla. Su sentido del humor carece de imaginación.
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