(Desde Vancouver, Canadá) Un año después de haberse estrenado la película Avatar de James Cameron -la cual vi tres veces-, conocí a su director. Ambos coincidimos en el encuentro de Pueblos Indígenas Emprendedores en New York (2010), donde mayoritariamente participaban comunidades indígenas canadienses.
Cameron me contó de sus raíces canadienses y de la forma cómo se había acercado a los pueblos indígenas de este país y de lo impactado que había quedado de su cultura, al punto que pensaba hacer un reportaje sobre ellos. Entonces entendí la cosmovisión que Cameron presenta en su película, la cual es, evidentemente, mucho más que una nueva tecnología.
A pesar de pertenecer al rubro “Películas de Ciencia Ficción”, el tema que desarrolla es el de un conflicto violento generado por la codicia de una empresa terrestre interesada en un mineral de inmenso valor. Por desgracia, este mineral se encuentra debajo del árbol sagrado de los Na´vi, población nativa de este planeta. ¿Acaso suena familiar?
Yo había quedado fascinada con la creación de los personajes nativos azules y cuando le pregunté a Cameron sobre ello, me explicó de la necesidad que tuvo de utilizar para sus propósitos el filtro de la ficción. Originalmente, Cameron planeaba hacer un reportaje, pero frente a la negativa de los potenciales financistas de Hollywood, llegó a la conclusión que lo mejor era crear una ficción con tecnología de avanzada.
Lo sorprendente del film no sólo estuvo en los efectos especiales y el éxito de taquilla que logró con el uso de esta nueva tecnología, sino en la contundente vigencia que alcanzó con el tema de fondo de la película: la explotación irracional de los recursos naturales y el respeto a las comunidades originarias.
Avatar nos presenta un conflicto de valores entre una sociedad devoradora de recursos naturales y otra “desconocida” y ridiculizada por los humanos, donde más bien rigen valores de solidaridad e interdependencia con todos los elementos de la naturaleza y espiritualidad basada en sus raíces ancestrales, representada en ese caso por el árbol donde yace el espíritu sagrado de su clan.
El árbol será destruido en la película por los humanos utilizando la fuerza bruta de su tecnología militar, haciéndonos recordar que cualquier parecido con la ficción es… ¡pura realidad!.
En el caso nuestro, esta dura realidad está marcada por el “Baguazo” del 2009. Aquí se refleja un proceso fallido de concertación entre el Estado y las poblaciones originarias a raíz de un intento poco transparente por parte del Estado de entregar concesiones petroleras y gasíferas en territorios comunitarios nativos.
Esta lucha constante ha obligado a los Pueblos Originarios a sucesivos procesos de adaptación para sobrevivir en una sociedad violenta, obsesionada con la extracción y acumulación de riquezas. Todos somos hijos de la Tierra Madre -La Pachamama- como la denominan los Pueblos Indígenas en el Ande, pero pocos parecemos preocuparnos por su sobrevivencia. ¿Cómo hacer para conciliar hoy puntos de vista divergentes en cuanto a nuestro porvenir como sociedad? ¿Cómo hacer para que no se repitan los “baguazos”, productos de la ignorancia y la codicia insaciable del perro del hortelano?
El reglamento de la Ley del Derecho a la Consulta Previa a los Pueblos Indígenas u Originarios publicado por el Estado el 3 de abril, es decepcionante en este sentido. Es minimalista como instrumento de concertación y refleja poca apertura en la búsqueda de consensos entre el Estado y los Pueblos Indígenas. Hoy día más que nunca, el Estado debe privilegiar el diálogo basado en el respeto de la identidad cultural y cosmogonías diversas que tenemos la suerte de reunir en nuestro país. Solo así tendremos éxito en la construcción de una sociedad incluyente que logre incorporar sus varios puntos de vista y no solo en términos de su gastronomía, bailes y trajes.
Varias preguntas vienen a la mente en este proceso de construcción de una nueva ciudadanía que incorpore plenamente una consulta previa sobre mecanismos de extracción, inversión y redistribución de las riquezas naturales. Entre ellas está el tema de la conciliación de los intereses entre el Estado, el sector privado y las comunidades indígenas dentro de su territorialidad. En este caso, el nuevo reglamento publicado menciona que de no lograr acuerdos, el Estado, a través de su Vice Ministerio de Interculturalidad, tendrá la última palabra. ¿Será esto suficiente? ¿No se estará aquí aprovechando de un estado de debilidad institucional, cuando el INDEPA está a punto de desaparecer por falta de presupuesto e independencia frente al Ejecutivo?
Otro tema que debemos abordar está relacionado con la presencia Indígena en el Perú y la elaboración de un censo de Pueblos Originarios. El Perú no cuenta con un censo reciente, ni con criterios consensuados de elaboración de indicadores para medir la pertenencia a un grupo étnico. Ciertamente no sabemos cómo el Estado piensa elaborar tal censo, ni tampoco como resolverá el tema del catastro territorial de cada pueblo. Esto nos llevará a las siguientes preguntas: ¿Quiénes serán los consultados en un caso de litigio?, ¿dónde empieza y termina el ser “campesino”, “indígena” o “nativo” en nuestro país? Tantas preguntas que no hemos empezado ni siquiera a formular. Pero cualquiera de ellas necesitan de una urgente resolución frente a la posibilidad de conflictos inminentes que vivimos hoy.
Así como las escenas de Avatar nos obligan inevitablemente a cuestionar nuestros principios de civilización, la realidad nos enseña que la comunidad de intereses de las poblaciones indígenas, la empresa privada y el Estado está hoy en pleno proceso de redefinición el cual pasa por comprender que partimos de un pecado original: el desencuentro entre dos cosmovisiones que parecen tener prioridades opuestas en temas de desarrollo.
Dra Eliane Karp lo mencionado por Ud. sobre el contenido de la película AVATAR, que se tuvo que realizar como ficción, debido a que hasta en estas esferas influye mucho los poderes económicos de las empresas que realizan el financiamiento. tiene mucho de real respecto a lo que ocurre en diferentes partes del mundo cuando los gobiernos también dejan influenciarse por los que financian sin importarles mucho lo que pueda pasar con su territorio y eso se ve hoy en día lo que estamos viviendo en nuestro país y es muy importante el que haga Ud. conocer en un lenguaje preciso sobre lo que debería ser la labor del Estado frente a los intereses de las poblaciones originarias para así evitar conflictos con consecuencias hasta de muerte de pobladores como el del Baguazo o como lo que esta ocurriendo hoy en día en Cajamarca en que la poblacion se vienen enfrentando entre pobladores y los miembros de las FFAA Y FFPP y esto por hacer respetar sus tierras y agua frente a la explotación desmesurada de los minerales.
ResponderEliminarEl presente artículo de análisis político, social y cultural “Avatar: ficción y realidad de los pueblos originarios” de la Dra. Eliane karp, está basado y fundamentado en la famosa película de ciencia ficción "AVATAR" del Productor canadiense James Cameron; película que trata sobre un conflicto armado y Guerra entre dos mundos y culturas diferentes por la extracción y posesion de un mineral energético. Donde un Cosnsorcio Corporativo humano del Planeta Tierra busca extraer y apropiarse de un extraño mineral clave para solucionar un problema energético en la Tierra; mineral que se encuentra en subsuelo y debajo de un gigante árbol que es el hogar de la Tribu Navi en el Planeta Pandora. Por esa razón la Corporación de humanos se encuentran en conflicto y guerra con la población de nativos de Pandora.
ResponderEliminarSituación parecida y similar a la Película de James Cameron, se vive en Mundo real y actual en el Perú, donde Empresas Minera y Petroleras Transnacionales, apoyadas por algunos gobiernos autoritarios, corruptos e irresponsable, inician guerras armadas y conflictos sociales contra pueblos y comunidades nativas, para extraer de manera ilegal, abusiva y con uso de la fuerza militar armada, los minerales como oro y el petróleo del subsuelo de las tierras, lagunas, cabecera de cuenca, rios y mar; y de esa forma destruir, contaminar y causar muerte en poblaciones indígenas, culturas originarias, medio ambiente, ecosistema y recursos naturales que son la principal fuente de vida para la humanidad como el agua, el aire y la tierra productiva.
Los graves Conflictos Sociales, Violación a los Derechos Humanos y la Faltas a la Ley de Derecho a la Consulta Previa de los Pueblos Indigenas del Perú, para considerar la importante decisión, opinión y voluntad de los Pueblos originarios del Perú, ha ocasionado permanentes conflictos sociales, desacuerdos y guerras latentes entre un Gobierno autoritario, militarizado, corrupto, lobbysta, negociador, que abusa del poder y es indiferente a las necesidades, preocupaciones, problemas de subdesarrollo y pobreza en los pueblos del Perú.
Frente a la crisis política, social y cultural en el Perú, con la presencia de graves Conflictos Sociales que se viven muchos pueblos del Perú; la Dra. Eliane Karp de Toledo hace un análisis comparativo con la Película "AVATAR" y explica que: “Avatar nos presenta un conflicto de valores entre una sociedad devoradora de recursos naturales y otra “desconocida” y ridiculizada por los humanos, donde más bien rigen valores de solidaridad e interdependencia con todos los elementos de la naturaleza y espiritualidad basada en sus raíces ancestrales, representada en ese caso por el árbol donde yace el espíritu sagrado de su clan. En el caso nuestro, esta dura realidad está marcada por el “Baguazo” del 2009. Aquí se refleja un proceso fallido de concertación entre el Estado y las poblaciones originarias a raíz de un intento poco transparente por parte del Estado de entregar concesiones petroleras y gasíferas en territorios comunitarios nativos.”
Por lo tanto, es necesario y urgente que el Gobierno Peruano dialogue, acuerde, respete y priorice las necesidades urgentes, propuestas, decisiones y voluntad de los pueblos indígenas, andinos y amazónicos del Perú; valorando, conservado y difundiendo la gran diversidad cultural y social de los pueblos indígenas y originarios del Perú, asi como el respeto a su medio ambiente, habitat natural y ámbito territorial.
Agradezco poner en debate este tema, de gran importancia para nuestro peru profundo y diverso, que en su diversidad deberia basar su fortaleza.
ResponderEliminarEn la actualidad vemos que el gobierno presta demasiada atención a lo mediatico dejando de lado lo más importante: el dialogo, nunca se lograra una verdadera inclusión, la misma que tiene su base en el gobierno de su esposo, pero por ahora que ya se acabaron las campañas politicas parecen haberlas borrado de la agenda nacional